EL ÚLTIMO VIAJE DEL CITROËN DE MIYAZAKI: LA HISTORIA OCULTA DEL AUTO QUE INSPIRÓ OBRAS MAESTRAS DE GHIBLI
El Parque Ghibli en la prefectura de Aichi acaba de revelar su más reciente y emotiva exhibición: el emblemático Citroën 2CV azul pálido que perteneció al legendario Hayao Miyazaki. Este vehículo, que va más allá de ser un simple medio de transporte, representa un capítulo significativo en la vida personal y creativa del director.
El Citroën no fue solo el primer auto de Miyazaki, adquirido con el propósito de transportar a su hijo recién nacido, sino que se convirtió en una fuente de inspiración que permeó su obra cinematográfica. Apareció por primera vez en "Lupin III: El Castillo de Cagliostro" (1979), su debut como director, y décadas después, su hijo Goro lo inmortalizó en "Earwig and the Witch" con la matrícula "MYZ" en honor a su padre.
Al igual que su pasión por los aviones, que ha sido un elemento recurrente en sus películas, el Citroën se convirtió en parte integral de la mitología personal de Miyazaki. Tanto así que nombró su atelier personal "Nibariki" (dos caballos de fuerza) en referencia al "2CV" del modelo, y lo apodó "Butaya" (Tienda del Cerdo), guiñando al personaje de Porco Rosso, con quien el director se siente particularmente identificado.
En 2022, a sus 82 años, Miyazaki tomó la decisión de entregar voluntariamente su licencia de conducir, un acto que refleja su característica sabiduría. Su último deseo para su querido Citroën fue que se exhibiera en el Parque Ghibli, donde desde el 29 de enero los visitantes pueden conocer esta conmovedora historia en la exhibición "Hayao Miyazaki's 2CV Story".
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